Pestiños, el dulce de Navidad más típico

Poco a poco comenzamos a respirar el ambiente Navideño y es que cada año se va adelantando más esta fecha tan ansiada por la mayoría. Si algo bueno traen estas fechas, además de disfrutar momentos con familia y amigos, largas cenas y comidas, regalos, etc. es la gran variedad de dulces que podemos degustar en estas fechas.

Como bien sabéis, la gastronomía de nuestra tierra es bien conocida en el mundo entero y en esta época del año que se avecina, no podía ser menos. Pan de Cádiz, alfajores de Medina, mantecados, son algunos de nuestros dulces favoritos, aunque hoy queremos hacer los honores, a los tan apreciados “pestiños”.

Su masa hojaldrada y su sabor anís hacen las delicias de muchos. Hoy queremos enseñarte lo fácil que es prepararlos, ¿te animas?

Ingredientes para 30 unidades
  • Harina de trigo – 750 gramos
  • Vino blanco – 250 mililitros
  • Aceite de oliva – 250 mililitros
  • Anís estrellado – 2 cápsulas
  • Canela – 1 rama
  • Miel – 150 gramos
  • Agua – 35 gramos
  • Aceite – para freír
Elaboración

#1. El responsable del delicioso sabor y aroma de los pestiños que vamos a elaborar con esta receta es el anís. En algunas versiones se usa anís en grano, incorporándolo directamente a la masa o añadiéndolo a la infusión. Yo he usado anís estrellado. En un cazo, ponemos el vino, el anís y la rama de canela.

#2. Calentamos hasta que rompa a hervir. Mantenemos en el fuego durante 5 minutos y retiramos. Vertemos el vino dentro un recipiente para que se enfríe rápidamente.

#3. Secamos el cazo y ponemos el aceite de oliva a calentar. Ponemos dentro del cazo un trozo de corteza de naranja. Cuando la corteza empiece a burbujear, retiramos del fuego, sacamos la corteza de naranja y ponemos el aceite en un cuenco junto con la harina. Mezclamos, con la ayuda de una espátula o rasqueta de panadería, para que la harina absorba todo el aceite y comiencen a formarse una especie de gachas.

#4. A continuación, retiramos del vino el anís estrellado y la rama de canela y vertemos éste en el cuenco donde tenemos la harina. Amasamos para que la harina absorba todo el líquido. Una vez que tenemos la masa lista, tapamos el cuenco con un plástico y dejamos que repose durante 2 horas.

#5. Cuando queden unos minutos para que se cumpla el tiempo de reposo, ponemos a calentar abundante aceite de oliva, o de girasol, en una sartén.

#6. Pasado el tiempo de reposo, cortamos trozos de masa y los estiramos sobre la encimera con la ayuda de un rodillo. Debemos obtener láminas de masa con un grosor aproximado de unos 2-3 milímetros.

#7. Haciendo uso de un cortapastas cuadrado, de unos 10 x 10 centímetros, cortamos porciones de masa. Si no disponemos de cortapastas podemos usar un cuchillo para recortar trozos de la lámina de masa con forma de cuadrado.

#8. Con la ayuda de una brocha de silicona, pincelamos con un poco de agua el centro de la masa. Doblamos una de las esquinas hacia el centro y presionamos para que se fije. A continuación, ponemos otro poco de agua sobre la esquina doblada y doblamos la esquina contraria.

#9. Una vez que el aceite esté bien caliente, echamos los pestiños por tandas poniendo hacia abajo la parte superior en la que hemos unido los extremos.

#10. Después de unos minutos, o cuando la masa empiece a coger color, giramos los pestiños para que se doren de manera homogénea.

#11. Una vez que estén dorados, los sacamos de la sartén y los ponemos sobre papel absorbente.

#12. Mientras se enfrían, preparamos el aguamiel. Ponemos el agua y la miel en un cuenco y mezclamos con una cuchara hasta que la miel se diluya formando una especie de almíbar.

#13. Servimos los pestiños regándolos con un buen chorro de aguamiel.

¡A disfrutar! Recuerda etiquetarnos en nuestras redes sociales si preparas este dulce tan apetitoso. ¡Queremos verlos!

Todo lo que necesitas en un solo espacio