Marie Kondo ya no predica con el ejemplo

Marie Kondo, ya no predica con el ejemplo. La gurú del orden, que ha construido un imperio alrededor de su método de organización, acaba de anunciar que renuncia a aplicar su propia filosofía. ¿Por qué la reina del orden ha tirado la toalla?

El proceso, explica Marie Kondo, ha sido gradual y ha incluido periodos en los que su tendencia al perfeccionismo era capaz de desencadenar terribles crisis de ansiedad. “Justo después de que naciera mi hija mayor, me sentí incapaz de perdonarme a mí misma por no ser capaz de llevar mi vida como antes. Pero, con el tiempo, me fui relajando y, después de dar a luz a mi segunda hija, abandoné por completo mi necesidad de perfección”.

Es importante aclarar qué le pasa Marie Kondo: ha tenido tres hijos que desordenan más rápido de lo que ella ordena. “Mi casa está desordenada, pero la forma en que paso mi tiempo es la correcta para mí en este momento y en esta etapa de mi vida”, confesó al Washington Post. También ha dicho: “Me he dado por vencida, pero en el buen sentido. Ahora me doy cuenta de que lo más importante para mí es disfrutar el tiempo con mis hijos en casa”.

¿En qué consistía su método? ¿Lo recuerdas?

EL MÉTODO MARIE KONDO

Un concepto importante de esta filosofía es que ordenar no es almacenar. Cuantas veces nos decidimos a ordenar un espacio y seguimos sin deshacernos de lo que no queremos, simplemente, buscamos otro sitio en casa para colocarlo. Por eso Marie Kondo insiste en la importancia de tirar aquello que no nos sirve.

Mira qué bonito uno de sus principios, ‘conserva solo los objetos que te hagan feliz’: ella apuesta por conservar solo aquellos que objetos que tengan un significado emocional.

LOS PASOS DEL MÉTODO

El método Marie Kondo comprende nueve pasos, los cuales deben completarse totalmente antes de pasar al siguiente. Y tanto ella como sus fieles seguidores, aseguran que funciona. Toma nota:

  • Desechar: debemos tirar todo lo que no nos haga felices.
  • Almacenar solo aquello que aporte alegría a nuestras vidas.
  • Ordenar por categoría, no por lugar. Esto quiere decir que si ordenas toda la ropa, es en lo que debes centrarte y no en ordenar la habitación. Asegura que es la única forma de tomar consciencia de lo que acumulas.
  • Seguir este orden: ropa, libros, papeles, ‘komono’ (objetos varios) y objetos con valor sentimental.
  • Organizar verticalmente la ropa que quede. El doblado vertical es una gozada: nos permite optimizar al máximo el espacio y encontrar inmediatamente lo que buscamos. ¿Y qué nos dices de la sensación de orden y armonía que da ver tu ropa ordenada de esta manera?
  • No dejar nada para después. Una vez empieces con una categoría, termina con ella, ¡nada de posponer!
  • Otorgar valor a los objetos que conserves.
  • Hacer la limpieza en soledad. Así evitarás que alguien trate de persuadirte de que no tires algo que no necesitas.
  • No compres nuevos muebles para almacenar, salvo, claro está, que no dispongas de ellos.

Y si necesitas soluciones bonitas y útiles para almacenar SOLO lo que deba quedarse, echa un ojo a todas las monadas que encontrarás en tiendas como Casa para mantener este nuevo orden vital.

Marie Kondo ya no predica con el ejemplo

¿Qué tal un puf, que además de aportar belleza a cualquier rincón de la casa, te permite guardar lo que necesites sin que esté a la vista?

También nos parece la mar de útil una de sus cestas de colada. Este modelo Miley en tono natural es la solución perfecta para acumular la ropa sucia antes de pasar por la lavadora.

Sus cestas naturales además de ser prácticas, darán un aire especial a tu hogar. Pero eso sí, recuerda que la clave está en no almacenar lo innecesario.

¿Te animas a aplicar este método ex-Marie Kondo para ordenar tu vida por fuera y por dentro?

 

 

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