¿El ayuno intermitente es realmente beneficioso para la salud?

Este año hemos escuchado mucho sobre los beneficios del ayuno y esto ha generado una gran pregunta: ¿el ayuno intermitente es realmente beneficioso para la salud? Pues bien, numerosos estudios han demostrado que el cuerpo está preparado para el ayuno y por ello nos puede dar numerosos beneficios para nuestra salud. Desde Área Sur te dejamos algunos de ellos en este post.

No es solo una moda. Bien hecho y supervisado por un profesional sanitario, el ayuno intermitente es una estrategia que, en determinados perfiles (no todo el mundo puede hacerlo), ayuda a perder peso y ganar salud reduciendo las horas de ingesta del día. Los hay de varios tipos: en días alternos o lo que se conoce como alimentación con tiempo restringido, que implica que solo se puede comer durante una ventana de tiempo concreta de la jornada. Se concentran las comidas en 8-10 horas del día y las otras 16-14, que suelen coincidir en su mayor parte con las horas de sueño, se ayuna, aunque está permitido el agua, café o infusiones sin azúcar y caldos.

¿el ayuno intermitente es realmente beneficioso para la salud?

 

Estudios recientes, la mayoría en animales, y algunos en humanos, aunque con pocos participantes y a corto plazo, han hallado algunas ventajas en este patrón de alimentación. Uno de los últimos publicados muestra que aporta ciertos beneficios para la salud. Los resultados apuntan a que puede ser una intervención valiosa para prevenir la diabetes tipo 2, la enfermedad del hígado graso y el cáncer de hígado, e incluso para una mejor recuperación de enfermedades infecciosas.

La clave del ayuno, y lo que le diferencia de otras dietas clásicas de restricción calórica, radica en la activación de mecanismos como la autofagia, un proceso que permite eliminar residuos celulares que intervienen en el envejecimiento y en determinadas enfermedades. Además, estimula la regeneración de los tejidos.

Esta estrategia ya se está poniendo en práctica en algunas consultas para perder peso. Se intenta que el paciente tenga una alta adherencia a la dieta y para eso se busca la estrategia que le sea más fácil de seguir sin poner en riesgo su salud.

El ayuno nunca debe sobrepasar las 48 horas. No hay evidencia de que los periodos de ayuno de más de dos días sean seguros o tengan ventajas sobre los de 16 horas o de días alternos. Además, se debe personalizar la estrategia para no comprometer la salud del paciente. «No se puede seguir sin un profesional médico, especialmente cuando ya existe alguna patología previa», advierten los expertos.

 

Todo lo que necesitas en un solo espacio