¡Qué difícil es mantener la línea en verano! Todos los días comiendo y cenando fuera de casa, vuelves de las vacaciones con unos cuantos kilos de más. Pero sí, se puede disfrutar de salir a cenar en verano sin que pase factura a nuestra alimentación. Hay muchas comidas ricas que no engordan y se pueden pedir en una terraza. Te dejamos algunas recomendaciones para saber qué pedir para beber y comer manteniendo las buenas costumbres.

Bebe agua siempre lo primero

Las tardes de verano en una terraza invitan a consumir refrescos, cervezas y otras bebidas por doquier. Para evitarlo, empieza pidiendo una botella de agua como primera bebida para quitarte la sed y conseguir que el resto de refrescos que pidas duren más tiempo. Además, si vas a pedir varias consumiciones, lo ideal es alternarlas con botellas de agua.

Pide comidas crudas

A la hora de pedir, los alimentos crudos como el tartar de pescado o el carpaccio de carne, son una excelente opción para comer bien y esquivar los platos más calóricos de la carta. Los alimentos crudos favorecen un mayor control de peso ya que facilitan el tránsito intestinal por su contenido en fibra, aumentan la eliminación de residuos y toxinas y disminuyen la absorción de grasas e hidratos de carbono.

¿Existen las tapas sanas? La respuesta es ¡sí!

Cenar de raciones puede elevar considerablemente el recuento calórico del día. Pero si nos decantamos por ciertas tapas más ligeras y saludables podremos hacer una cena sana y equilibrada. Las tapas más recomendables son

1. Salmorejo
2. Pimientos de padrón
3. Sepia a la plancha
4. Pulpo a la gallega
5. Gambas o langostinos
6. Lacón
7. Revuelto de setas
8. Mejillones o almejas al vapor
9. Boquerones en vinagre, sardinas…
10. Berberechos
11. Verduras a la parilla

Encurtidos, por favor

Larga vida a los encurtidos duros como los pepinillos, las cebolletas… Al ser alimentos con consistencia que requieren un proceso de masticación, tienen un gran poder saciante. Si a eso sumanos que tiene un alto contenido en fibra y que además son buenos para la piel por su alto contenido en vitaminas y minerales, estamos ante el aperitivo perfecto. Además, tiene muy pocas calorías.

Agua con gas mejor que refrescos light

Aunque los refrescos light no aportan calorías, llevan edulcorantes poco recomendables porque pueden alterar nuestras papilas gustativas y también nuestra microbiota intestinal. Por eso es preferible dejarlos para un consumo ocasional y como alternativa, pedir agua con gas. Es más saciante y facilita las digestiones porque estimula la secrección de ácidos gástricos. Eso sí, no conviene abusar de ella porque puede producir malestar sobre todo en personas que padecen reflujo esofágico, hernia de hiato o aerofagia.

Importante: ¡merienda antes de salir!

La merienda es una de las comidas que pasamos por alto con frecuencia y, sin embargo, deberíamos darle la importancia que se merece. Y más antes de una cena en una terraza en la que es fácil caer en la tentación de picar sin control. La merienda frena el hambre físico y emocional de cara a la cena. Así que merendar un lácteo, un puñado de frutos secos, algo de embutido magro o fruta es más que recomendable antes de salir a cenar por ahí. ¡No lo pases por alto!