Es necesario utilizar protección solar durante todo el año, pero en verano es más importante todavía ya que los rayos solares son más fuertes y es el momento de las vacaciones, de disfrutar de la playa y de la piscina, y, en consecuencia, la exposición es mayor. Te dejamos unos consejos para elegir la crema solar adecuada y saber aplicarla correctamente.

Para elegir la protección más adecuada para cada persona evitando así las quemaduras solares es fundamental conocer el fototipo.

Existen hasta 6 fototipos: el 1 corresponde a pieles muy claras, con pecas, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo y nula tolerancia al sol. La protección recomendada es la más alta: SPF 50+. El fototipo 2 corresponde a piel clara, ojos azules o verdes, pelo rubio o castaño claro y piel con tendencia a quemarse, que nunca se broncea. La protección recomendada es SPF 50. El fototipo 3 es la piel caucásica, sin pecas, ojos verdes o marrones claros, cabello castaño y piel que se broncea de una forma normal. Su protección sería de SPF entre 50 y 30. El fototipo 4 es la piel morena mediterránea, con ojos marrones oscuros, pelo castaño oscuro y piel que se broncea rápido. Su protección sería SPF 30. El fototipo 5 hace referencia a la piel muy morena, ojos marrones oscuros o negros, pelo negro o castaño oscuro, que se broncea muy rápido. Para ellos se aconseja SPF de 30 a 15. Y el fototipo 6 es la piel muy oscura o negra, ojos negros y pelo negro. Para ellos se recomienda un SPF 15.

¿Cómo aplicar el protector solar de forma correcta?

Para estar bien protegidos, no basta con elegir una crema solar de alta protección. Es necesario aplicar la cantidad adecuada y hacerlo bien, sin dejar ninguna zona del cuerpo, así como reaplicar el producto. En el rostro, el protector solar se debe utilizar como último paso del ritual de belleza, después de la limpieza, el sérum, la crema hidratante, y el maquillaje. En el cuerpo, se debe aplicar 20 minutos antes de la exposición solar.

Es importante no olvidar ninguna zona para evitar las quemaduras: espalda, empeines, cara interna de los brazos, axilas, corvas, dedos de los pies, manos, orejas, párpados, cuello, cuero cabelludo, labios (con bálsamo labiales que incluyan filtro solar)…

Otra cuestión esencial es la cantidad de crema que hay que aplicar. En general, los expertos creen que la mayoría de personas utilizan poco protector.

Y muy importante: hay que reaplicar cada dos horas, como máximo, y siempre después del baño. Los términos water resistant o waterproof indican que el producto no pierde eficacia dentro del agua, pero independientemente de ello, hay que volver a extender el protector solar después de cada baño una vez se seque la piel. Y esto enlaza con otra cuestión importante: no se debe aplicar la crema solar sobre la piel mojada ya que las gotas de agua actúan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras.

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